¿No os lo comeríais a besos? Me parece más bonito que esos que son casi perfectos, preciosos, pero que son como vacíos. Un osito así da la sensación de tener un bagaje emocional, un niño que ha dormido con él y ha compartido juegos, comida y barro.
Bueno, me dejo de tonterías, os dejo el tutorial por pasos!
Fuente: The Buttercup Kitchen (en Facebook)
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